El proyecto es un elemento que recompone el espacio urbano, funciona como una pieza que se inserta en el vacío y completa la ciudad. En él se desarrolla el edificio de dos niveles, cuya altura responde al perfil urbano, ya que toda la manzana se constituye como un gran basamento sobre el cual se destacan solo las torres en los vértices.El programa requerido, seis locales comerciales, se distribuye acorde a la jerarquía de cada una de las vías, resultando dos comercios de 225.00 m2 sobre Diagonal 74 y otros cuatro de 96.00 m2 volcados hacía Calle 46. En todos ellos los espacios de uso principal son flexibles y de gran amplitud, gracias a la compresión y posición estratégica de circulaciones y servicios.
Con fachadas de gran transparencia, se maximiza la superficie de exposición en relación a peatones y vehículos, a la vez que se conforman marcos que aportan cohesión al conjunto.